Más que teléfonos

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Cuando empezamos a ver por las calles los primeros teléfonos móviles, esos que parecían maletines en vez de sistemas de comunicación, no nos imaginábamos ni mucho menos que en apenas unas décadas fuera posible que todos lleváramos uno, y que estos se pudieran guardar en un bolsillo.

Ahora que todos vemos los teléfonos móviles como algo cotidiano, ha llegado el momento de dan el paso y distinguir entre móviles y smartphones, que si bien algunas veces nos parecen lo mismo son bastante diferentes, pues si bien el uso básico de estos terminales es el mismo, es decir, llamar por teléfono y mandar mensajes, a diferencia de los teléfonos móviles los smartphones, también denominados teléfonos inteligentes, van un paso más allá y son lo más parecido a un ordenador que se puede llevar en el bolsillo, pues gracias a la infinidad de aplicaciones que se pueden instalar en estos y a su capacidad para utilizar la red de Internet móvil o conectarse por otros medios a esta y consultar nuestros correos, entrar en páginas web o hasta realizar operaciones complejas como hacer compras y comunicarnos con nuestra cuenta en el banco.

Y es que los sistemas con los que nos comunicamos hoy en día son mucho más que simples teléfonos, son ordenadores en miniatura capaces de hacer cosas increíbles.